Porfirio Muñoz Ledo anunció la noche del martes su renuncia a las aspiraciones para reelegirse como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, para evitar una crisis constitucional.
“Compañeros, he escuchado con cuidado a las oradoras y oradores durante estas horas y he reflexionado. Vengo a anunciar mi retiro de la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, sí”, dijo.

Los ánimos en el salón de plenos estaban enardecidos desde que, a las 13:30 horas, arrancó la primera sesión ordinaria del segundo año Legislativo porque Muñoz Ledo seguía firme en su intención de reelegirse y Morena dispuesto a votar una reforma para concedérselo.
Sin embargo, aunque quedó la duda si Morena hoy retirará o procederá con dicha reforma al artículo 17 de la Ley Orgánica del Congreso para seguir gobernando la Cámara, el anuncio de Muñoz Ledo mató los abucheos.
“Agradezco las alusiones a mi persona, he registrado más de cien, unas amables, otras críticas, algunas, las menos injuriosas”, señaló. Después hizo una pausa para tomar aire y escuchar ovaciones con su nombre por parte de las bancadas de Morena, PT, PES y Verde Ecologista.

Los reclamos contra Muñoz Ledo iniciaron el pasado sábado, en la sesión preparatoria, después de que Morena y aliados rechazaron la propuesta de que este año gobernara el PAN, como dictan los términos actuales de la ley; se repitieron el domingo, en la instalación del Congreso de la Unión.
El político de 86 años, exsecretario de Educación, del Trabajo y expresidente del PRI y del PRD, entre otros cargos, reconoció su posición como presidente de la Cámara, apuntando que ha estado, “hasta hoy, obligado a mantener la unidad de la Cámara y el equilibrio entre el derecho a la voz y el voto de los parlamentarios y el orden y de la Cámara”.
La decisión de Muñoz Ledo abre la posibilidad de un acuerdo político para que el PAN presida la mesa directiva.